A pesar de la detención del ex presidente de la República Serbia de Bosnia, Radovan Karadzic, algunos de los máximos responsables de las matanzas ocurridas durante la guerra de Yugoslavia continúan en paradero desconocido. Entre los más oscuros nombres de la reciente historia de Serbia figura Ratko Mladic, jefe de Estado Mayor del Ejército de la República entre 1992 y 1995. A Mladic se le responsabiliza —al igual que a Karadzic— de las matanzas ocurridas en Srebrenica y durante el asedio a Sarajevo.