Hace 15 años | Por camachosoft a jornada.unam.mx
Publicado hace 15 años por camachosoft a jornada.unam.mx

Robbie Schmittner y Stephen Bogaerts lograron el 23 de enero de 2007 conectar el sistema Aktun y el Nohoch Nah Chiich, con lo cual demostraron que en la península de Yucatán, muy cerca de la zona arqueológica de Tulum, corre el río subterráneo más grande del mundo. Meses después otros buzos, entre ellos un equipo alemán, se internó en ese monstruo de 153 kilómetros de largo y descubrieron algo más: una porción, aunque pequeña, está contaminada con desechos orgánicos, particularmente excremento humano.

Comentarios

D

Bueno, los excrementos humanos son biodegradables y aunque pueden resultar en focos infecciosos a la larga es transformado por microorganismos. De todas maneras, vaya asco de buceo, lo siento por los buzos.