El dinero que los cargos públicos entregan a sus partidos convierte a estos colocadores en verdaderas empresas de trabajo temporal. Al quedarse con una parte más o menos suculenta del salario, los comisionistas logran una financiación extraordinaria que justifica el número siempre creciente en las instituciones y empresas públicas de cargos "eventuales", como los denomina la eufemística institucional.
Comentarios
Esto tiene un nombre. Secta
Mejor éso que otras vías de financiación aún peores y también frecuentes.
Lástima me dan los cargos públicos, sobre todo los que se fijan su propio sueldo.