Hace 15 años | Por --89683-- a regio7.cat
Publicado hace 15 años por --89683-- a regio7.cat

Describe la vergonzosa situación de la sanidad pública: Tres ancianas entre 74 y 88 años esperan una operación quirúrgica de urgencias en el hospital Sant Joan de Déu (Manresa). Sólo tienen dos quirófanos para traumatología, uno de ellos para urgencias. Cada una de ellas tiene que esperar entre 3 y 4 días, cada día les dicen que las operan y las dejan sin almuerzo y comida hasta la noche esperando la operación, y como no se realiza, se repite la situación (Sin comer) al día siguiente. De vergüenza!

Comentarios

RocK

Traducción para todo el que la necesite, és un poco larga, pero bueno...

La larga espera para entrar al quirófano

Las familias de tres pacientes del "Hospital Sant Joan de Deu" de Manresa explican que se han esperado para una operación quirúrgica entre tres y cuatro días por culpa de la carencia de quirófanos a la unidad de traumatología. Denuncian que las afectadas, que tienen entre 74 y 88 años, han tenido que padecer las consecuencias.
GEMMA ALEMÁN / MANRESA Tres familias manresanas quisieron denunciar ayer públicamente las esperas de entre tres y cuatro días por una operación quirúrgica de urgencia al "Hospital de Sant Joan de Deu" de Manresa. Las tres pacientes, que tienen 74, 85 y 88 años, entraron al hospital a través del servicio de urgencias por fracturas al codo, el fémur y la rótula. Después de que los médicos los realizaran las pruebas pertinentes y decidieran que era necesaria la intervención, las tres pacientes ingresaron en planta a la espera de una operación que teóricamente había de hacerse el dia siguiente, pero que se fue aplazando una vez y otra, a pesar de haberlas hecho ayunar.
Según han explicado los familiares, personal médico del hospital les hicieron saber que el motivo de la espera es que la unidad de traumatología del Hospital de Sant Joan de Deu sólo tiene dos quirófanos, un que se utiliza para las operaciones programadas y otro para las urgencias. Aunque las tres pacientes habrían de haber pasado por el segundo quirófano, la llegada al hospital de pacientes en estado grave fue retrasando una vez y otra sus intervenciones. Finalmente, las tres pacientes entraron ayer al quirófano, después de haber esperado tres o cuatro días, y ahora todas se recuperan favorablemente. A pesar de que la espera ya ha acabado, las tres familias, indignadas después de los días que han pasado, han querido dar a conocer su caso porque, según ha admitido personal del centro hospitalario, se está convirtiendo en una práctica habitual. Maria Alba València, hija de una de las pacientes, asegura que los han llegado a decir que «esto pasa a menudo y hay gente que ha llegado a estar una semana esperando la operación».
El primero de los tres ingresos tuvo lugar el sábado pasado al mediodía, cuando una mujer de 88 años llegó en ambulancia al "Hospital de Sant Joan de Deu" con la rótula rota como consecuencia de una caída. «Desde entonces nos han ido diciendo día tras día que la operarían el dia siguiente, pero no ha sido así», explica su hija, Càndida Pareja. Con motivo de la posible operación, la paciente estuvo en ayunas hasta la hora de cenar domingo, lunes, martes y miércoles. «No almorzaba ni comía porque, en teoría, le tenian que operar por la tarde», dice la hija. Añade que, «por suerte, sí que le daban cenar». La situación se agravó martes por la noche cuando la mujer, que es diabética, tuvo una «bajada de azúcar por culpa de la alimentación que estaba haciendo, que había hecho que se le descontrolesan los niveles», comenta la hija, que lamenta que su madre, con la edad que tiene, «haya pasado por todo este calvario». Afortunadamente, 96 horas después de haber ingresado en el hospital, la mujer entró a quirófano ayer al mediodía y en estos momentos se recupera favorablemente de la intervención. Aún así, su hija ha querido dar a conocer su queja porque «si hubiera más quirófanos o se planificaran las cosas de otra manera, mi madre se habría ahorrado mucho del patimientp de estos días».
La segunda de las denuncias la ha hecho Núria Romero, que tiene su madre, de 74 años, ingresada desde sábado por la noche. Según explica la hija, la mujer cayó sábado por la tarde a Salou y fue trasladada de urgencias al hospital de Reus. Allá los médicos le diagnosticaron una fractura al codo y dijeron a los familiares que era necesario operarla. «Nos dijeron que si queríamos la operaban allá, pero pensamos que para nosotros sería más cómodo que lo hicieran junto a casa y la llevamos hacia el Sant Joan de Deu», comenta Romero. Añade que «si hubiéramos sabido que pasaría todo esto, los habríamos dicho que la operaran allá y ahora mi madre ya estaria en casa». Cómo en el primero de los casos, la madre de Núria Romero ha estado en ayunas a la espera de una operación que no llegó hasta ayer a las 4 de la tarde. «Se han pasado los días diciéndonos que la operarían hoy y al final siempre llegaba un accidente grave y no entraba a quirófano», explica la hija. A pesar de asegurar que el trato «por parte de los médicos y las enfermeras ha sido bueno y mi madre ha sido bien cuidada», se queja que con la edad que tiene «la hayan sido mareando día tras día».
La madre de Maria Alba València fue la última de las tres a ingresar en el Hospital de Sant Joan de Deu. La paciente, que tiene 85 años, llegó en ambulancia domingo por la tarde y no pasó por quirófano hasta ayer a las 7 de la tarde, cuando ya llevaba casi 72 horas. Según explica Valencia, su madre cayó y se rompió el fèmur. «Cinco minutos después de llamar al SEM estaba la ambulancia en casa, fueron muy rápidos. Aún así, una vez llegamos al hospital, la cosa ya se realentizó. Estuvieron seis horas haciéndole pruebas y finalmente decidieron operarla», comenta la hija. Añade que «domingo ya no cenó porque, teóricamente, la peraban lunes por la mañana, el lunes no le dieron desayuno ni comida, y el martes y miércoles tampoco». Aunque València asegura que entiende que los accidentes graves tengan prioridad, considera que el que no puede ser es que su madre haga tres días que tome «calmantes cuando todo esto se lo podrían haber ahorrado».
A pesar de que su madre fue la última en ingresar y conocía la experiencia de las otras familias, Maria Alba València y su hermano Gregori decidieron presentar ayer a primera hora de la mañana una hoja de reclamaciones al hospital. «Queríamos hablar con la dirección del hospital pero nos han dicho que estaban de vacaciones y que únicamente podíamos presentar nuestra queja al Servicio de Atención al Usuario», comenta Gregori Valencia, que lamenta «el estrés psicológico y físico» que ha sido padeciendo su madre estos días que, como consecuencia de la fractura de fèmur, no se ha podido levantar de la cama.

LadyMarian

Y peor que el estar sin comer ni beber es el mal trago de estar esperando que te lleven al quirófano. Cada vez que la puerta se abre, se te corta hasta la respiración.

Me alegro de que la situación al fin se arreglase.

n

(so ironic) eso solo pasa en Cataluña....

D

Y que casualidad, en el momento en el que denunciaron la situación en el periódico local, entonces las operan! (No lo dice el artículo pero mi madre conoce una de las hijas de una de las ancianas).