Y aquí es donde entran en juego las moscas cleptoparásitas del género Fiebrigella. Al ver reducido su suministro de comida, el tamaño de las abejas será menor y, por lo tanto, se verán obligadas a ser pecoreadoras. Puesto que sólo les roban los recursos alimenticios, las moscas parásitas no afectan a la vida de las abejas; por otra parte, esto supone un beneficio inesperado a las madres/reinas ya que les viene bien tener otras abejas que trabajen para ellas o protejan el nido, lo que incrementa la supervivencia de la colonia en su conjunto.
Comentarios
Hoy me he levantado con el ánimo crítico.
El autor del blog hubiera acertado más si hubiera puesto un titular extraído de este párrafo: "La castración o la reducción de la fecundidad del huésped es una forma que emplean muchos parásitos para asegurarse de que el cuidado que normalmente invierte el huésped en su progenie se desvíe al propio parásito y a su descendencia. Bajo ciertas circunstancias, el resultado es una inducción de un comportamiento social".
Como por ejemplo: Los parásitos han inducido al comportamiento social de las abejas.
Cuando la realeza son unos gorrones quedaba mejor, aunque no tenga nada que ver con la noticia.
#2 si pero asi no menearian los republicanos sin leer nada mas.