Pero lo que nadie se podía imaginar es que la terrible fama que arrastra iba a llegar hasta donde ha llegado: hasta el punto de que nadie se atreve a jugar al fútbol con los chavales de Quindici. Obviamente, por miedo a sus mayores.
Yo en mi época adolescente, cuando jugaba al baloncesto, pasaba algo parecido con según que barrios. Un año fuimos a jugar a un colegio de un barrio, digamos, conflictivo. Nosotros ibamos con nuestra buena fe y las ganas de jugar, pero, al parecer, los de ese barrio, los niños y, sobre todo los padres, empezaron a insultar, agredir, mofarse de nosotros. Salimos de allí como pudimos.
Al año siguiente, nos negamos a ir allí(no fuimos los únicos). Nos querian expulsar de la competición por trato discriminatorio, por ser unos clasistas y tal(a otros 3 equipos de los 8 del grupo les pasó lo mismo). Cuando el entrenador le enseñó la grabación a los organizadores, expulsaron del torneo a los equipos de ese barrio. Pues bien, los de ese barrio, empezaron a quejarse, a decir que si no queriamos jugar con ellos porque eran pobres, que tal, que si cual, hasta que les pusimos los videos de como "animaban" los partidos. Se fueron con la cabeza bajada, y pidiendo perdón, que fueramos a jugar y tal.
Al final, pasó lo que tenía que pasar, que nadie, absolutamente nadie queria jugar con ellos.
No hay mayor cancer para el deporte infantil/juvenil que los padres de algunos jugadores, que desahogan sus propias frustraciones en sus hijos, cargando a los chavales de presión por ganar, cuando deberían estar ocupados simplemente en jugar y pasarlo bien.
Me recuerda a cuando todavía jugaba a balonmano y... teníamos que ir a ciertos sitios en los que algunos padres de jugadores se habían olvidado de que aquello no tenía nada que ver con ellos... y lo peor era cuando sus ganas de tirarnos cosas se las contagiaban a los propios jugadores .
Comentarios
Ma che feci, Bonasera. Che ti feci mai per meritare questa mancanza di rispetto.
Yo en mi época adolescente, cuando jugaba al baloncesto, pasaba algo parecido con según que barrios. Un año fuimos a jugar a un colegio de un barrio, digamos, conflictivo. Nosotros ibamos con nuestra buena fe y las ganas de jugar, pero, al parecer, los de ese barrio, los niños y, sobre todo los padres, empezaron a insultar, agredir, mofarse de nosotros. Salimos de allí como pudimos.
Al año siguiente, nos negamos a ir allí(no fuimos los únicos). Nos querian expulsar de la competición por trato discriminatorio, por ser unos clasistas y tal(a otros 3 equipos de los 8 del grupo les pasó lo mismo). Cuando el entrenador le enseñó la grabación a los organizadores, expulsaron del torneo a los equipos de ese barrio. Pues bien, los de ese barrio, empezaron a quejarse, a decir que si no queriamos jugar con ellos porque eran pobres, que tal, que si cual, hasta que les pusimos los videos de como "animaban" los partidos. Se fueron con la cabeza bajada, y pidiendo perdón, que fueramos a jugar y tal.
Al final, pasó lo que tenía que pasar, que nadie, absolutamente nadie queria jugar con ellos.
No hay mayor cancer para el deporte infantil/juvenil que los padres de algunos jugadores, que desahogan sus propias frustraciones en sus hijos, cargando a los chavales de presión por ganar, cuando deberían estar ocupados simplemente en jugar y pasarlo bien.
Carnet de paternidad YA!
Me recuerda a cuando todavía jugaba a balonmano y... teníamos que ir a ciertos sitios en los que algunos padres de jugadores se habían olvidado de que aquello no tenía nada que ver con ellos... y lo peor era cuando sus ganas de tirarnos cosas se las contagiaban a los propios jugadores
.
Saludos.