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#2:
Eso ya se inventó, es el teletexto 
#8:
Aquí se puede emplear el refrán popular que dice «quien no llora no mama».
Aplicado al caso de las cadenas de televisión y la expansión de la TDT, a nadie engañan con la patraña de los ingresos publicitarios. Pero por si cuela, prefieren protestar (llorar) para ver si de alguna forma consiguen además subvenciones estatales por las supuestas pérdidas (ficticias), y así aumentar sus ingresos sin esfuerzo (mamar).
Por mi parte, hace años que tenía ganas de usar una sintonizadora de TV en el ordenador. Al principio de instalarla la usaba bastante, y ahora para poco más que consultar alguna noticia esporádica.
No hay canal que se libre de emitir basura, siendo difícil encontrar contenidos de interés fuera de los canales de pago.
Para eso prefiero recurrir a Internet, no solo a las redes P2P, sino a los contenidos ofrecidos directamente por las cadenas extranjeras a través de la red. Contenidos de calidad, sin adaptaciones vergonzosas (¿por qué seguimos con las imitaciones de Chiquito en los doblajes?), tristes traducciones (¿por qué se sigue traduciendo silicon por silicona?), y sobre todo sin demoras sin sentido en la emisión (¿por qué esperar un año o más a ver una serie de éxito mundial?).
La TV de la caspa, nuestra tele, sabe que no va a poder luchar contra una nueva generación que busca otro tipo de contenidos más allá de las producciones baratas que dejan ingresos multimillonarios. Y así como la industria musical lanza su ataque contra la red por inadaptación a la nueva realidad, esta industria, la audiovisual, se empeña en controlar un medio que ni comprende ni al que es capaz de sacar rendimiento. Esa es su batalla: dominar aquello que hoy nos hace un poquito más libres a la hora de elegir para así no tener que ingeniárselas en atraernos con contenidos que de verdad nos gusten.
Algo parecido se puede aplicar a la industria cinematográfica española (¿por qué toda película española publicitada a bombo y platillo, es decir subvencionada, debe contener al menos una escena de cama con desnudo integral pese a no servir para el desarrollo de ninguna de las posibles tramas?). Pero este es ya otro tema que podríamos tratar en otra ocasión.
En cocnlusión estoy de acuerdo con el autor del post. De hecho, valga el off topic, hace muchos años un catedrático de ingenieria telemática me comentaba que si no hubiera sido por las presiones del resto de Europa, en España la única red digital de acceso seguiría siendo basada en X.25 y con tarificación por KB transmitido (en cualquier dirección).
España, ¿el país de la picaresca?
Aplicado al caso de las cadenas de televisión y la expansión de la TDT, a nadie engañan con la patraña de los ingresos publicitarios. Pero por si cuela, prefieren protestar (llorar) para ver si de alguna forma consiguen además subvenciones estatales por las supuestas pérdidas (ficticias), y así aumentar sus ingresos sin esfuerzo (mamar).
Por mi parte, hace años que tenía ganas de usar una sintonizadora de TV en el ordenador. Al principio de instalarla la usaba bastante, y ahora para poco más que consultar alguna noticia esporádica.
No hay canal que se libre de emitir basura, siendo difícil encontrar contenidos de interés fuera de los canales de pago.
Para eso prefiero recurrir a Internet, no solo a las redes P2P, sino a los contenidos ofrecidos directamente por las cadenas extranjeras a través de la red. Contenidos de calidad, sin adaptaciones vergonzosas (¿por qué seguimos con las imitaciones de Chiquito en los doblajes?), tristes traducciones (¿por qué se sigue traduciendo silicon por silicona?), y sobre todo sin demoras sin sentido en la emisión (¿por qué esperar un año o más a ver una serie de éxito mundial?).
La TV de la caspa, nuestra tele, sabe que no va a poder luchar contra una nueva generación que busca otro tipo de contenidos más allá de las producciones baratas que dejan ingresos multimillonarios. Y así como la industria musical lanza su ataque contra la red por inadaptación a la nueva realidad, esta industria, la audiovisual, se empeña en controlar un medio que ni comprende ni al que es capaz de sacar rendimiento. Esa es su batalla: dominar aquello que hoy nos hace un poquito más libres a la hora de elegir para así no tener que ingeniárselas en atraernos con contenidos que de verdad nos gusten.
Algo parecido se puede aplicar a la industria cinematográfica española (¿por qué toda película española publicitada a bombo y platillo, es decir subvencionada, debe contener al menos una escena de cama con desnudo integral pese a no servir para el desarrollo de ninguna de las posibles tramas?). Pero este es ya otro tema que podríamos tratar en otra ocasión.
En cocnlusión estoy de acuerdo con el autor del post. De hecho, valga el off topic, hace muchos años un catedrático de ingenieria telemática me comentaba que si no hubiera sido por las presiones del resto de Europa, en España la única red digital de acceso seguiría siendo basada en X.25 y con tarificación por KB transmitido (en cualquier dirección).
España, ¿el país de la picaresca?
Comentarios
Eso ya se inventó, es el teletexto
Aquí se puede emplear el refrán popular que dice «quien no llora no mama».
Aplicado al caso de las cadenas de televisión y la expansión de la TDT, a nadie engañan con la patraña de los ingresos publicitarios. Pero por si cuela, prefieren protestar (llorar) para ver si de alguna forma consiguen además subvenciones estatales por las supuestas pérdidas (ficticias), y así aumentar sus ingresos sin esfuerzo (mamar).
Por mi parte, hace años que tenía ganas de usar una sintonizadora de TV en el ordenador. Al principio de instalarla la usaba bastante, y ahora para poco más que consultar alguna noticia esporádica.
No hay canal que se libre de emitir basura, siendo difícil encontrar contenidos de interés fuera de los canales de pago.
Para eso prefiero recurrir a Internet, no solo a las redes P2P, sino a los contenidos ofrecidos directamente por las cadenas extranjeras a través de la red. Contenidos de calidad, sin adaptaciones vergonzosas (¿por qué seguimos con las imitaciones de Chiquito en los doblajes?), tristes traducciones (¿por qué se sigue traduciendo silicon por silicona?), y sobre todo sin demoras sin sentido en la emisión (¿por qué esperar un año o más a ver una serie de éxito mundial?).
La TV de la caspa, nuestra tele, sabe que no va a poder luchar contra una nueva generación que busca otro tipo de contenidos más allá de las producciones baratas que dejan ingresos multimillonarios. Y así como la industria musical lanza su ataque contra la red por inadaptación a la nueva realidad, esta industria, la audiovisual, se empeña en controlar un medio que ni comprende ni al que es capaz de sacar rendimiento. Esa es su batalla: dominar aquello que hoy nos hace un poquito más libres a la hora de elegir para así no tener que ingeniárselas en atraernos con contenidos que de verdad nos gusten.
Algo parecido se puede aplicar a la industria cinematográfica española (¿por qué toda película española publicitada a bombo y platillo, es decir subvencionada, debe contener al menos una escena de cama con desnudo integral pese a no servir para el desarrollo de ninguna de las posibles tramas?). Pero este es ya otro tema que podríamos tratar en otra ocasión.
En cocnlusión estoy de acuerdo con el autor del post. De hecho, valga el off topic, hace muchos años un catedrático de ingenieria telemática me comentaba que si no hubiera sido por las presiones del resto de Europa, en España la única red digital de acceso seguiría siendo basada en X.25 y con tarificación por KB transmitido (en cualquier dirección).
España, ¿el país de la picaresca?
Escoger: o un casino en tu sofá, o televisión como servicio público.
Tontos: ¡Claro que no podéis escoger!
Bueno, tambien podriamos ver las webs "de pago".
Y solo existiría un link: Siguiente
En el meneame de las cadenas de televisión sólo existirían los votos que salen del combo "problema", siendo todos positivos.
#3 y banners en flash con timo-concursos
#4 y descodificarlas con el More TV snif snif que tiempos aquellos
Y cada 20 minutos de navegacion, media hora de anuncios!
Y si hubiese sido inventado por los políticos sólo tendríamos una página y además nos infectaría el ordenador con malware.
Sería el teletexto, de ahí no pasan.