La crisis económica afecta a todo el mundo, pero se ceba con los más débiles. Inmigrantes recién llegados malviven sin papeles en la economía sumergida hasta que la recesión económica hace la selección de personal más drástica e inmisericorde. Y sólo les deja una salida: recurrir a los programas de retorno voluntario gratuito que impulsan organizaciones como la Cruz Roja