(c&P) Este año se cumple el 40º aniversario del Mayo francés, pero 1968 también supuso un acontecimiento social de primer orden en el Norte de Irlanda, aunque se hable menos en la prensa europea. La lucha por los derechos civiles de la población católica (nacionalista) frente al apartheid impuesto por la legislación discriminatoria impuesta por los unionistas (protestantes) cambió el curso de la historia. Nunca más iban a aceptar con sumisión ser ciudadanos de segunda en su propio país.