Christian Salmon, francés de Marsella, donde nació en 1951, dedica su esfuerzo de escritor a revelar la gran mentira en la que vivimos. El resultado es el libro Storytelling, que publica ahora en España Península y que tiene este subtítulo: La máquina de fabricar historias y formatear las mentes. Él fue presidente del Parlamento de Escritores, y, una vez extinguida esta esforzada institución, Salmon no ha cesado de preguntarse sobre la ficción que vivimos.
Comentarios
La democracia está estancada, todo se limita a unas elecciones cada 4 años para que luego gobiernen de espaldas al pueblo. Para que la democracia avance los ciudadanos deben tener más poder: con capacidad para aprobar leyes, presupuestos, elegir jueces, etc. El ciudadano debe estar por encima de intereses partidistas, empresariales o religiosos. El voto electrónico permitiría eso y mucho más. No digo que prescindamos de los políticos pero sí que sus acciones queden supeditadas a la aprobación del pueblo en todo momento y sin esperar 4 años.
#5 Que e representen desde las bases. Tú no eliges a los candidatos ni de PSOE, ni PP, ni IU, ni ninguno. Eso es la política, la lucha interna de los trepas por salir en listas que lueo la gente vota periendo su sobernía.
Nadie regula los partidos salvo los de arriba, y d evez en cuando se cortan las cabezas ellos mismos. Por tanto, ni son los mejores, ni son los más aptos, sólo son los mejore trepas y los que mejor han matado o sobrevivido en sus partidos. Con lo cual, suben debeiendo una cadena de favores, a empresarios, gente del partido, etc. O bien suben con su cmarilla.
Si no hay democracia en los partidos, ¿Cómo quieres que sean democráticos cuando son ya políticos elegidos de facto?. El problema es que han conseguido que el pueblo desprecie la política, que no se meta en ella, y que, sólo, se tenga el derecho al pataleo tras cualquier elección.
La democracia es una de las palabras más usadas, y más mal usadas, y más prostituida de la historia.
Así que sólo queda resignarse. O eso o nos movemos como nustros bisabuelos. Estamos en una jaukla e oro casi perfecta. Mucho 2.0 pero hacemos 0,00000. Cada vez más egoístas, menos reivindicadores y menos nosotros mismos.
#2 Por favor el voto electrónico no, así sí que estaríamos vendidos. El día que exista el voto electrónico no votaré.
#4 Y para que la democracia representativa funcione ¿Qué tiene que existir?
Ahh, todos vivimos engañados, salvo, claro está, él y su editor... qué tipo más listo
#2 Si, pero para que la democracia directa funcione ha de existir previamente información veraz, objetiva y a tiempo.
Ah! y cultura y compromiso.
El poder del pueblo, pero sin el pueblo (Hubo un rey que decía eso... Acabó con el cuello afeitado)
#2 Lo del voto electrónico a mi sigue sin gustarme. Creo que es mucho más dificil manipular una papeleta que un voto. Llevo en seguridad muchos años y sinceramente, llamame paranoico, pero no me mola nada.
Ahora, que todo es un puta mentira... Por lo que conozco, y no es poco, no sabemos ni la mitad de la verdad, y lo que conocemos es una absoluta mentira.
Vivimos en un sistema que esta a las ordenes de la economía, y cualquier pais que ha desafiado esa economía a sido "fusilado" mediaticamente o incluso militarmente por los paises occidentales.
Lo primero que hay que cambiar son las listas cerradas en política.
Yo no me preocuparía, el actual orden social tiene sus días contados. Cuando el pegamento que hace que esta estructura se mantenga (el petróleo) escasee el orden político y social volverá a concentrarse en lo local, las pequeñas comunidades. En estos sitios si que será posible la democracia participativa (radical) y no hará falta sistemas complejos de control.
No hay alternativas al sistema de gobierno. Es una crisis de caracter técnico, se precisa un "linux" (espíritu emorendedor y capacidad técnica) que proporcione el sistema informático que garantice el voto del ciudadano y limite el poder de los gobernantes; estos serían meros gestores, gerentes, funcionarios y el brazo ejecutor del resultado de las decisiones tomadas por el puebo. Ordenes de abajo a arriba sin distorsión.