¡Menos mal que los bancos españoles, gracias a la labor de inspección del banco de España que, tras el escándalo del caso Banesto no ha levantado la lupa sobre las cuentas y los balances de ninguna entidad, son empresas solventes y saneadas! Porque si no, con lo lentos que somos en este país, alguno se habría hundido de haber necesitado urgentemente ayuda pública.