Hace 15 años | Por charly-0711 a elpais.com
Publicado hace 15 años por charly-0711 a elpais.com

Pocos meses bastaron para que el obispo de origen español Ángel Sancasimiro trabara en Costa Rica una estrecha amistad con el adinerado navarro Pedro Urrutia, intercediera por él para completar los trámites de la residencia y le prestara 165.000 dólares, una cantidad que constituía, al parecer, "los ahorros de su vida". El problema es que Urrutia fue detenido en la zona norte de Costa Rica: la justicia española lo acusa de haber estafado y blanqueado 18 millones de euros a socios del consorcio vasco Indaux.

Comentarios

D

La iglesia y conductas mafiosas, no me digas eso, ¡virgen del amor hermoso!

niñadelastormentas

Los caminos del señor son inescrutables.... y si hay dinero, ademas oscuros...

charly-0711

Como siempre, la Iglesia Católica se alía con los poderosos, aún cuando sus fortunas tengan un origen dudoso.