[c&p] Allá por 1504, nuestro descubridor más famoso, Cristóbal Colón, estaba en la isla de Jamaica un poco necesitado. Pero lo nativos no parecían muy por la labor de ayudarle. Se negaban a entregar a Colón los alimentos que este les había pedido. Colón, viendo que por las buenas llegaba cerca, les amenazó con hacer oscurecer la luna aquella misma noche y así convertir la nocturnidad en total negrura. Por supuesto, Colón conocía de antemano... Más información: http://rvr.blogalia.com/historias/22496
#8 Las historias como esta son innumerables y atribuidas a una infinidad de personajes históricos. Siguen sin parecerme de fiar las "demostraciones" aducidas. Sin acritud. Un saludo
Que bueno que no les digo eso a la cultura que describe este comentario:
Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.
Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.
Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.
Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.
Comentarios
Anécdota indemostrable y no citada por ninguna fuente histórica.
Claro, dijo "izad las velas".
¿No sería que Colón se habría leído un yanqui en la corte del Rey Arturo?
Kanijo hizo un post mucho mas completo que este y ya se meneo Cómo un eclipse de Luna salvó a Colón
Cómo un eclipse de Luna salvó a Colón
cienciakanija.com#8 Las historias como esta son innumerables y atribuidas a una infinidad de personajes históricos. Siguen sin parecerme de fiar las "demostraciones" aducidas. Sin acritud. Un saludo
El Almanach Perpetuum en la biblio., virtual Cervantes -> http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371185544582775222257/index.htm
Hay otras versiones que afirman que lo tenían "secuestrado", y que gracias a predecir el eclipse lo liberaron.
#5 This is digg... ohh, wait meneame, sorry
Los 2 Jamaicanos dijerón: Fliiii-pa.
#5 , no hablemos sin saber, porque podemos sacar a relucir nuestras carencias.
En otros blogs:
1. http://viajeradeltiempo.wordpress.com/2007/11/01/cristobal-colon-consigue-comida-gracias-a-un-eclipse-lunar/
2. (muchas más información. Publicada el 2004-10-24): http://rvr.blogalia.com/historias/22496
Un saludo.
#9 , en este caso (como has podido comprobar) no es así. En otros casos, hay de todo (verdad y/o fantasía).
Un saludo.
Pd: más información: http://www.space.com/spacewatch/080208-ns-lunar-eclipse-columbus.html
Guau, así que tenía poderes especiales.
Pa mi que ahí estaban tos fumaos y ya no veían ni luna ni na.
#12 , gracias, no la descarto (duplica en meneos y puede que tenga suerte esta vez).
Que bueno que no les digo eso a la cultura que describe este comentario:
Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.
Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.
Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.
Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.
El eclipse.
Augusto Monterroso
Comentario # 2 en Cómo un eclipse de Luna salvó a Colón
Cómo un eclipse de Luna salvó a Colón
cienciakanija.com