Hace 15 años | Por Tanatos a abc.es
Publicado hace 15 años por Tanatos a abc.es

El reloj de mano marca la 01:30 a.m. Pablo Hernández se estira la camisa con esmero, pues es consciente de que la discoteca por todos hoy elegida debe su fama tanto al espectáculo que ofrece como a las zancadillas que pone para atravesar el umbral de entrada. Ahí se decide todo: gozar o resignarse al famoso “¡otra vez será...!” Hoy en día, Pablo puede ser cualquiera. Hay personas que confunden el derecho de admisión con la discriminación. +info en #2

Comentarios

tollendo

Siempre me ha resultado curioso ver a una cola de gente humillándose para entrar en un sitio así. ¿No tienen dignidad? ¿No les importa que los miren de arriba a abajo un gorila por si no les gusta el aspecto? Lo patético no es el gorila, él hace su trabajo, los patéticos son los que permiten que los humillen de esa forma.
Habrá formas de divertirse...

Tanatos

+INFO Para disipar dudas, el Diccionario de la Lengua Española: “Declaración del titular o dueño de un negocio de no admitir clientes que no sean de su agrado, sin expresión de causa”.

punisher

Pablo Hernández es tonto por querer entrar en un sitio en el que lo unico importante es la apariencia y el "hacerse ver". Que se pire a un garito heavy se lo pasaria 10 veces mejor y no le mirarian por lo lisa que lleva la camisa o por si tiene playeras blancas.

D

Yo tengo visto ostias por pedir la hoja de reclamaciones. Panda de mafiosos.