Hace 15 años | Por phoenix88 a europapress.es
Publicado hace 15 años por phoenix88 a europapress.es

«El día anterior había expulsado sangre, y la familia lo comunicó a todos los trabajadores del hospital que se ocuparon del caso», entre las 10.30 y las 12 horas se le practicaron las pruebas correspondientes; sobre las 15.00 horas le dieron los resultados y le dijeron que pasaría a Observación, donde sólo estuvo cinco minutos argumentándole que ya tenía cama y que en unos minutos pasaría a planta, algo que no sucedió. El paciente estuvo «rabiando de dolor» y al filo de las 23.00 horas sufrió «una hemorragia tremenda».

Comentarios

alecto

Siempre he dicho que a los pacientes terminales (como parece que era el caso) deberían darles un trato diferente cuando hay una crisis y tienen que ir por urgencias. Si crees que una persona está pasando sus últimas horas deberías darle intimidad y paliativos, no tenerlo como a este señor en una silla en medio de un pasillo y sin calmantes (o eso se da a entender). Estar en una sala de urgencias con 30 personas más y un solo familiar contigo (cuando te dejan entrar) no creo que sean las mejores condiciones para pasar tus últimas horas, y casos de esos ya he visto alguno acompañando a mis familiares.

rous

Mi padre ha estado tres meses ingresado este verano, y entre su caso y los de los otros enfermos hay para hacer un libro.

ivancio

Y luego hay gente que está en contra de las sedaciones en pacientes terminales. Espero que si algún día me veo una situación parecida o algún familiar mío, tengan algo de COMPASIÓN.

andreaciax

Me gustaría ver a algunos de estos internos en la condición de este paciente, si sienten la muerte entrar por sus venas minutos a minutos hasta quedar reducido en una papilla.

D

Muy lamentables este tipo de casos pero llevan ocurriendo años. Mi hermano también falleció del mismo tipo de cáncer y las historias que pasó, tanto en urgencias como en planta fueron dantescas. Al igual que el paciente del artículo, sufrió dolores brutales y no había forma de encontrar un sanitario que le quisiera administrar calmantes argumentando que ya le habían dado el máximo permitido. Muchos cursos, charlas-coloquios y congresos médicos, pero seguimos con situaciones tercermundistas.