Hace 15 años | Por --23723-- a lavanguardia.es
Publicado hace 15 años por --23723-- a lavanguardia.es

Martin Wehrle nació sin una mano por un problema congénito y hoy, a sus 28 años, ha experimentado el milagro de utilizar una extremidad biónica que parece humana, no sólo por su forma sino por su capacidad de movimiento y fuerza de agarre. Wehrle ha exhibido, en una rueda de prensa, las capacidades de este prototipo tecnológico que pesa tan sólo cuatrocientos gramos y con el que puede lavarse los dientes, poner un CD, manejar un teclado, relajar totalmente la mano en dos segundos y, también, despedir afectuosamente a un amigo.