Hace 15 años | Por Tensk a theatlantic.com
Publicado hace 15 años por Tensk a theatlantic.com

Jeffrey Goldberg nos comenta su experiencia volando en E.E.U.U. con navajas, cervezas, camisetas de Bin Laden y banderas de Hezbollah, con la ayuda de su amigo Bruce Schneier. (Traducción en #1, #2, #3 y #4)

Comentarios

T

Si fuese un terrorista, y no lo soy, pero si fuese un terrorista -uno tio frio, duro como Chuck norris, digamos un Yijadista de clase C con Hezbollah o, más probablemente, un operativo trabajador como una mula del Frente Popular de Judea- Yo no haría lo que hice en el baño del Aeropuerto Internacional St. Paul de Minneapolis, que fue situarme delante de un lavabo a la vista de público masculino norteamericano "volador" y ostentosamente finalizar la falsificación de unas tarjetas de embarque que habrían sido creadas para mi por un frenético e inteligente experto en seguridad llamado Bruce Schneier. Él había hecho estas tarjetas de embarque en su sofisticada fragua bajo tierra, que consiste en un portátil Sony VAIO y una impresora láser HP, para probar que la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA en inglés), que se supone que tiene que proteger la aviación norteamericana de al-Qaeda, representa un enorme gasto de dólares en impuestos, dólares que podrían ser usados para coger terroristas antes de que llegasen al Aeropuerto Internacional St. Paul de Minneapolis, lo cual es, generalmente, bastante tarde.

Podría haber finalizado esa falsificación en la privacidad de uno de los w.c., pero elegí no hacerlo así, en parte porque esta eran los renombrados Baños en memoria del senador Larry Craig, y desde el comienco de la Guerra Global al Terrorismo, este baño en particular ha sido patrullado por oficiales de seguridad intentando protegerlo del sexo gay, y en parte porque quería ver si mis compañeros pasajeros se chivarían de mi a la TSA por actuar sospechosamente en un baño público. Nadie lo hizo, y por tanto frustrando, aún otra vez, mis planes para ser arrestado, o al menos ser el destinatario de un rato sudoroso a cargo del FBI, por comportamiento dudoso en un aeropuerto norteamericano grande.

Sospechoso de que las medidas puestas en funcionamiento por después de los ataques del 11 de Septiembre para prevenir futuros ataques de ese tipo eran casi por completo como un show -Teatro de la Seguridad es el término- a los que he estado testeando, de manera modesta, su efectividad. Dado que el régimen de seguridad de la TSA parece ser principalmente basado en sucesos pasados -la mayoría de sus 44.500 oficiales están asignados a buscar en las bolsas de viaje cosas como pistolas, bombas, tubos de tres onzas de antrax, pasta de dientes, cortauñas, Snapple y así- centré mis esfuerzos en
traer "cosas malas" a través de seguridad en varios aeropuertos diferentes, principalmente "mi" aeropuerto, el Reagan National de Washington, el que está situado a aproximadamente 17 pies (menos de 3 metros) del Pentágono, pero también en Los Angeles, Nueva York, Miami, Chicago y el Wilkes-Barre/Scranton International Airport (en el cual fue donde más cerca estuve de producir al menos un modesto nivel de sospecha, recibiendo una simbólica reprimenda -todas las búsquedas corporales que evitan las regiones sensibles son simbólicas por definición- y una pregunta acerca de la presencia de una multiherramienta Leatherman en mi bosillo: dicha Leatherman fue confiscada y está ahora, espero, viviendo con la querida familia de un empleado de la TSA). Y porque tengo una adecuada cantidad de experiencia en reportajes sobre terroristas, y porque los grupos terroristas producen una gran cantidad de elementos decorativos con su marca, he amasado una inspiradora colección de camisetas de Al-Qaeda, banderas de la Yihad Islámica, cintas de video de Hezbollah y muñecos hinchables con la figura de Yasir Arafat (de verdad). Todas estas cosas las he llevado conmigo a través de los aeropuertos del país. También he llevado, en varias ocasiones: navajas de bolsillo, cerillas de hoteles en Beirut y Peshawar, máscaras antipolvo, cuerdas, encendedores, cortauñas, tubos de pasta de dientes de ocho onzas (en mi bolsillo delantero), botellas de agua Fiji (la cual es "extranjera") y, por supuerto, cutters. Fue seleccionado para una segunda inspección en cuatro ocasiones -de docenas de veces pasando por chequeos de seguridad- durante este largo experimento. En una de las inspecciones se me retiró un par de cortauñas, durante otro un bote de espuma de afeitar.

Durante una inspección secundaria en el aeropuerto internacional O'Hare de Chicago, llevaba bajo mi camiseta un espectacular dispositivo "sólo en América" llamado Barrigacervecera, una especie de cinturón de neopreno que sujeta un recipiente de poliuretano y un tubo para beber. El Barrigacervecera (Beerbelly), diseñado originalmente para meter alcohol a escondidas -hasta 80 onzas- en campos de fútbol, puede ser obviamente usado para introducir hasta 80 onzas de líquido a través de la seguridad del aeropuerto. (La compañía que manufactura el Barrigacervecera también fabrica algo llamado "Winerack", un sujetador que puede llevar hasta 25 onzas de bebida y es recomendada, de acuerdo con la web de la compañía, para reuniones de la PTA). Mi Barrigacervecera, la cual tenía cómodamente situda sobre mi barriga cervecera, contenía el equivalente a unas dos latas de Bud Light en el momento de la inspección. Pasé sin que lo detectaran. La botella de agua (unas ocho onzas) que llevaba en mi bolsa fue, sin embargo, confiscada por el gobierno federal.

T

En otra ocasión, en LaGuardia, en Nueva York, la oficial de seguridad en el transporte a cargo de mi segunda inspección vació mi bolsa de casi todo lo que contenía, incluyendo una bandera amarilla de Hezbollah de 3x4 pies (1x1,25 metros aprox.), comprada en una tienda de regalos de Hezbollah al sur del Líbano. La bandera incluye, como su encantadora imagen principal, un puño levantado cogiendo un rifle de asalto AK-47. Encima del rifle hay una linea en árabe en la que se puede leer "ENTONCES SEGURAMENTE LOS QUE ESTÁN DE PARTE DE DIOS SON AQUELLOS QUE SERÁN TRIUNFANTES". La oficial cogió la bandera y la desdobló sobre la mesa de inspección. Acabó su inspección, me devolvió mi bandera y me dijo que me podía ir.

Dije "Esa es una bandera de Hezbollah." Ella respondió con un "Uh-Uh". No un "Uh-uh, He sido entrenada para reconocer símbolos de grupos terroristas antinorteamericanos, pero después de una cuidadosa inspección de tu persona física, tu comportamiento y tu apellido, he llegado a la conclusión de que no eres una amenaza entrenada en el valle de Bekaa para el sistema de aviación de los Estados Unidos", sino un "Uh-huh, voy a un descanso ¿Por qué me estás hablando?"

********************************************************

En Minneapolis llené mi bolsa con muchos de mis artículos prohibidos, y también una camiseta con el texto OSAMA BIN LADEN, HÉROE DEL ISLAM, la cual suele obtener una reacción agresiva por parte de la gente que lo ve. Este día, sin embargo, llevaría a cabo un tipo de experimento distinto, diseñado para probar no sólo que la TSA a menudo no puede encontrar nada en tu bolsa, sino que no tiene ni idea de quién eres en eralidad, a pesar del esfuerzo del gobierno por construir una extensa lista de "personas-que-tienen-prohibido-volar" (no-fly list). Una lista "no-fly" sería una buena idea si funcionase. Las tarjetas de embarque hechas en casa de Bruce Schneier estaban a punto de probar que no. Schneier es el crítico más inasequible al desaliento y efectivo de la TSA. El director de la TSA, Kip Hawley, me dijo que respeta las opiniones de Schneier, aunque Schneier le hace su vida miserable claramente.

"El sistema entero está diseñado para coger terroristas estúpidos" me dijo Schneier. Un terrorista inteligente, dice, no intentará traer un cuchio a bordo, tal y como yo había estado haciendo, él haría el suyo propio en el baño del avión.

Schneier me dijo la receta: "Consigue un poco de pegamento epoxy para acero en una ferretería. Viene en dos tubos, uno con polvo de acero y otro con un endurecedor. Puedes hacer el molde doblando una pieza de cartón en dos, y luego mezclas los dos tubos. Puedes usar una cuchara metálica para el mango. Se endurece en 15 minutos."

Mientras estábamos en el Starbucks del aeropuerto, Schneir desplegó ante mi un puñado de tarjetas de embarque hechas en casa para el vuelo 1714 de la Northwest Airlines, que despegaría a las 2:20 pm y llegaría al Reagan National a las 5:47 pm. Se había tomado la libertad de ponernos en primera clase, e incluso me había proporcionado el status de "Platinum/Elite Plus", lo cual fue una gracia de su parte. Este status nos permitiría saltarnos las colas de los pasajeros habituales y acceder por la expedita, lo cual es mi preferencia, porque esas lineas de seguridad son los lugares más peligrosos en los aeropuertos: los terroristas podrían paralizar la aviación de los U.S. simplemente detonando una bomba en cualquier punto de seguridad, todos los cuales son, por supuesto, inseguros. (Una vez le pregunté a Michael Chertoff, el secretario de seguridad interior, acerca de esto. "En realidad tenemos últimamente la visión de tratar de mover el lugar de chequeo de seguridad lejos de la puerta, en lo más 'profundo' del aeropuerto en sí, pero siempre va a haber algún punto en el que la gente se congrega. ASí que si me estás preguntando si hay algún modo de proteger ante una persona llevando una bomba a una ubicación con gente acumulada y detonarla, la respuesta es no".)

Ripio

Yo he trabajado de "matabichos" y uno de nuestros clientes era el aeropuerto de Alicante.Se halla rodeado de salinas abandonadas y charcas y hay muchos mosquitos.Cuando llegaba al control de policia,al principio,miraban un carton asqueroso que tenia para identificarme (carton que resulta facilisimo falsificar) y eso desde unos metros del coche.Al poco tiempo ni eso,simplemente veian la furgoneta y "padentro".Una vez dentro del perimetro tenia acceso ILIMITADO a cualquier parte del aeropuerto y sin ninguna vigilancia.Conozco sitios que no conoce nadie porque los planos originales creo que ya no existen,varios sotanos y sub-sotanos,mas de 20 pozos que hay entre zonas humedas con cañaveral.Y lo mejor de todo,tiene una alambrada cochambrosa de varios kilometros como seguridad sin vigilancia.Eventualmente se podrian meter cientos de personas con toneladas de material en poco tiempo.Podeis verlo en el "gugueljarz". ¿Mas informacion?

Wilder

#6 Vaya chapuza. Desde Alicante salen vuelos a toda Europa, ¿no?
¿Pero no revisaban la furgoneta cada vez que entraban y salian? Uno podria subir una bomba nuclear y todo.

d

Las hermanas Gase, Juana Gase y Paca Gase.
lol

Ripio

#9 ¡NUNCA! Nunca registraron la furgoneta,ni siquiera me pidieron el DNI para contrastar la informacion con la de la tarjeta del vehiculo.Podia moverme tranquilamente por todas partes incluyendo los despachos de los "jerifaltes",ya que los bichos no saben de jerarquias.

Wilder

Esto si que es un deporte de riesgo lol

Gry

Yo pegaría carteles sobre mi causa con una nota en árabe debajo advirtiendo a la gente que no se subiera en el avión X. Así siembras el caos y difundes la palabra sin necesidad de matar a nadie

pip

Es una espiral absurda. Si los terroristas no pueden poner una bomba ahí, la pondrán en cualquier otro sitio. Triste ejemplo los cercanías de Madrid. ¿Vamos a poner controles de seguridad en los cercanías? ¿en el metro? ¿autobuses? ¿calles concurridas?

No es la solución, es obvio que se trata principalmente de que la gente se sienta segura, más que de que realmente estén seguros.