La nueva ley de tránsito que entró a regir el 23 de diciembre pasado en Costa Rica y que impone sanciones hasta de cárcel para los conductores ebrios, redujo en más de la mitad la cantidad de detenidos por esta causa el mes anterior. [...] los oficiales detuvieron a 450 chóferes pasados de copas, mientras que en el mismo mes de 2007 la cifra llegó a 1.040, para una reducción del 56,7 por ciento.
Ya me gustaría ver a los conductores costarricenses quejándose con los mismos argumentos que usan los españoles: que si nos están criminalizando, que si un coche no es un arma, que si todo el mundo bebe, que si yo controlo...
Un ciudadano interpuso esta semana un recurso de amparo contra esta ley, pues asegura que el alcoholismo es una enfermedad y que el Estado debe otorgarle tratamiento médico a quienes sean detenidos manejando ebrios en lugar de enviarlos a prisión.
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Ya me gustaría ver a los conductores costarricenses quejándose con los mismos argumentos que usan los españoles: que si nos están criminalizando, que si un coche no es un arma, que si todo el mundo bebe, que si yo controlo...
Un ciudadano interpuso esta semana un recurso de amparo contra esta ley, pues asegura que el alcoholismo es una enfermedad y que el Estado debe otorgarle tratamiento médico a quienes sean detenidos manejando ebrios en lugar de enviarlos a prisión.
¡Y si cuela, cuela!