El Coronel Francisco Luis Bajo Ojeda, juzgado desde este martes por el Tribunal Militar Central acusado de un delito de abuso de autoridad por la presunta presión y el acoso al que sometió a una subordinada, ha negado ante el tribunal todos los hechos que se le imputan, incluida la acusación de haber introducido prostitutas en el cuartel. Aseguró Bajo que, "para un militar, la esposa o la novia son sagradas".
Vamos, ante un argumento tan sólido cualquier alegato del fiscal queda en agua de borrajas. ¿Se sabe si salió de la sala canturreando eso de "banderita tu eres roja"?
Gente como esta dan mala fama al colectivo. En el Ejercito habrá la misma proporción de acoso que en las demás empresas. Decir que "respetamos a nuestras compañeras y las miramos como a un más" sería mentir. Además de militares somos hombres y mujeres, y entre personas que trabajan juntos es normal que surgan atracciones. La cuestión está en saber diferenciar el piropo -siempre educado-, del flirteo -donde juegan dos- y por supuesto del acoso. Por mucho que digan de cara a la galería, la mujer esta muy protegida -más que el hombre-, precisamente porque al ser una institución tradicionalmente masculina la presencia de la mujer, aún veinte años después, sigue siendo "novedosa". Hoy en día hay que ser muy estúpido para jugarse la carrera de esa manera.
Decían "Los Chichos" si no recuerdo mal, que "la honra de una mocita se empaña y no brilla más", pues aquí pasa lo mismo. Si una mujer da parte de un compañero o superior se abre una investigación que puede dar como resultado la condena o el sobreseimiento. Sea como sea, la carrera del hombre está acabada.
P.D.
Y los cuernos, las separaciones y divorcios y los arrejuntamientos entre la ex de uno y su compañero están a la orden del día.
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Vamos, ante un argumento tan sólido cualquier alegato del fiscal queda en agua de borrajas. ¿Se sabe si salió de la sala canturreando eso de "banderita tu eres roja"?
Gente como esta dan mala fama al colectivo. En el Ejercito habrá la misma proporción de acoso que en las demás empresas. Decir que "respetamos a nuestras compañeras y las miramos como a un más" sería mentir. Además de militares somos hombres y mujeres, y entre personas que trabajan juntos es normal que surgan atracciones. La cuestión está en saber diferenciar el piropo -siempre educado-, del flirteo -donde juegan dos- y por supuesto del acoso. Por mucho que digan de cara a la galería, la mujer esta muy protegida -más que el hombre-, precisamente porque al ser una institución tradicionalmente masculina la presencia de la mujer, aún veinte años después, sigue siendo "novedosa". Hoy en día hay que ser muy estúpido para jugarse la carrera de esa manera.
Decían "Los Chichos" si no recuerdo mal, que "la honra de una mocita se empaña y no brilla más", pues aquí pasa lo mismo. Si una mujer da parte de un compañero o superior se abre una investigación que puede dar como resultado la condena o el sobreseimiento. Sea como sea, la carrera del hombre está acabada.
P.D.
Y los cuernos, las separaciones y divorcios y los arrejuntamientos entre la ex de uno y su compañero están a la orden del día.