Los ofensivos comentarios de la diputada del PP catalán, Montserrat Nebrera, sobre el acento andaluz de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, han desencadenado curiosas iniciativas de colectivos y partidos andaluces, como el envío de grandes obras de reconocidos escritores nacidos en esa tierra: "Yerma" y el "Romancero gitano" de García Lorca, las obras completas del Nobel Juan Ramón Jiménez... Otras agrupaciones andaluzas planean ‘bombardearla’ con una selección del poeta Rafael Alberti, obras de Antonio Machado, y de María Zambrano.
Comentarios
Ahora que no tengo lectura, voy a meterme con los de algún sitio para que me regalen libros
#5, dos errores en tu comentario, existe no solo un acento andalúz sino una propuesta de LENGUA andaluza e incluso diccionarios.
Por lo otro, que la ministra se absurda no solo en lo que hace si no en lo que dice no es por el acento
Andaluz, así que el comentario sobraba SI o SI, seria mas facil haber dicho "a esta no se le entiende lo que dice por que no sabe lo que dice" y se olvida de los Andaluces y de su forma de hablar.
Actuo de una manera asquerosa e igual que el racista insulta llamando negro a otro por que en su fuero interno cree que es un insulto esta anormal e inculta quiso ofender llamandola andaluza, lo cual me da mas asco si cabe.
Nunca te metas con una lengua,para mi,la mia es sagrada.
Pa' que tenga.
No creo que un despropósito semejante merezca ningún regalo.
#2
por otro lado, más andaluz que yo no hay nadie, y no me sentí ni mucho menos ofendido por las declaraciones de esta tipa.
#5 ¿que no existe un acento andaluz? venga ya...
Con deciros que en Canal Sur el año pasado echaron un programa llamado "El Cortijo", en el cual tuvieron que subtitular a algunos participantes porque no había cojones a entenderlos...
Bueno, ya ha empezado el cachondeo. Desde Córdoba con cariño.
Yo no oí que Nebrera criticara el "acento andaluz". Lo primero que no existe un "acento andaluz", ni dios que lo crio, sino miles de entonaciones, cada pueblo tiene la suya muy fácilmente distinguible, y lo segundo que la manera de hablar de la señora ministra es extremadamente desgradable de oír, porque mezcla una prisa absurda con una pésima dicción y horrorosa pronunciación.