"los estadounidenses han elegido para sacar a su país del mar embravecido –dos guerras, una campaña desnortada contra Al Qaeda y la crisis económica más grave en ochenta años- a un intelectual sin experiencia de gobierno, nacido en Honolulu (Hawai) en 1961, de padre keniata y madre de Kansas, formado en derecho en Columbia y Harvard, que, como escribe Sam Leith en el suplemento 'Vida y Arte' del 'Financial Times' el pasado fin de semana, "ha puesto conscientemente la oratoria en el centro de su ser político.."
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Y tanto que ha puesto la oratoria en el centro. Sus discursos son dignos de Churchill, Roosevelt y Fidgerald.