Decía Hermann Hesse que cuando odias a una persona, odias algo de ella que forma parte de ti mismo ya que lo que no está en nosotros no nos molesta. El conflicto entre israelíes y palestinos es más complicado. Los tópicos han ido arraigando en cada uno de los bandos. Las idiosincrasias atribuidas a los otros están llenas de aversión o, cuando menos, desprecio e inquina. Los interesados en que la guerra no pare se aprovechan. Los ilustradores son un espejo de esta realidad.
Comentarios
Lo triste es que al parecer, ni siquiera el humor difumina las fronteras ni suaviza las posiciones. En ninguno de los dos bandos.