Ni las mascarillas que los seis funcionarios del juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Elche vienen usando a ratos desde el mes de octubre fueron suficiente protección contra el hedor que se respiraba en su interior, ayer por la mañana. Nada más levantar la persiana, un fuerte olor a cloaca golpeo las narices de los funcionarios, el mismo que había invadido el juzgado a última hora de la jornada del jueves.
Comentarios
deben ser los miles de casos acumulados en el retraso de que sus señorías le den solución, lo que desprende tan maloliente efluvio
¿Algo huele mal en la justicia española?
chan chan channnnn