Flo Mounier puede presumir de ser de los pocos músicos en difundir la brutalidad del Death Metal más allá de las fronteras de su propia escena. Invitado por el artista californiano Matthew Barney, al baterista de Cryptopsy pudo vérsele explorando las limitaciones físicas de su instrumento en dos actuaciones realizadas el año 2003 en el Museo Guggenheim de Nueva York como parte del proyecto multimedia Cremaster.
Comentarios
Dios santo, no había visto una combinación tan letal desde el engrudo aquel del jazz latino.