Se había bajado de un colectivo frente a la estación de trenes de Liniers. Una vez en la calle había tomado por Cuzco para cruzar la Avenida Rivadavia al 11.600 y miró hacia otro lado. No vio un Ford Galaxy que iba a gran velocidad. El auto lo embistió y el conductor se escapó. Segundos después, mientras estaba en el piso y malherido, tres jóvenes se acercaron con supuestas intenciones de ayudarlo, pero salieron corriendo con su bolso y su billetera.
Comentarios
Hay días que es mejor no levantarse.
Desgraciadamente cosas así suceden con más frecuencia de lo que se denuncia.
Caso 1. Un amigo mío falleció tras varios días en coma. Se desmayó en plena calle, se golpeó la cabeza y quedó ya inconsciente. Uno de los primeros que se acercaron a 'ayudar' aprovechó para robarle la alianza de oro.
Caso 2. Unos gamberros me quemaron el coche la madrugada de un lunes. Cuando ya empezaba a arder vieron que el radio-cd era nuevo... así que, ya puestos, rompieron los cristales y trataron de llevárselo. Esto ya con el maletero ardiendo.
Moraleja: cuando ya pensamos que no se puede caer más bajo, llega algún individuo y nos demuestra lo equivocados que estamos. Por cierto, ambos casos en pleno barrio de Alto Extremadura, Madrid, España...