Hace 15 años | Por camachosoft a cordis.europa.eu
Publicado hace 15 años por camachosoft a cordis.europa.eu

Un grupo de investigadores procedentes de distintos países ha descubierto que los árboles tropicales de los bósques vírgenes almacenan el 20% del dióxido de carbono (CO2), lo que los convierte en un sumidero de carbono global. Las selvas tropicales retienen más carbono por unidad de área que cualquier otro tipo de terreno. Al crecer, los árboles absorben parte del carbono atmosférico emitido por la quema de combustibles fósiles. Pero cuando los árboles mueren, ya sea por causas naturales o humanas, el carbono regresa a la atmósfera.