El bilbaíno Eduardo Arroyo no rema a favor de corriente. Durante el 'boom' no se enriqueció, dice, y ahora cree, con justicia e idealismo, que debería crearse un "comité de demolición", formado por sabios ajenos al negocio inmobiliario, para echar abajo todo aquello que, avivado por la avaricia, realmente no sirva para lo que fue construido, ya sea un bloque de viviendas, una biblioteca o un palacio de congresos. Crítico y partidario de limpiar la profesión de burocracia y voluminosos estudios de arquitectura contfaminados por el trabajo fácil.
Comentarios
Claro, como se acabó el boom inmobiliario..ahora vamos a reducir la oferta para que así las que queden suban de precio y los constructores/promotores ganen dinero y así vuelvan a girar la rueda y nos contraten otra vez... me parece bien que se tiren muchas construcciones que jamás debieron realizarse..pero se les ve el plumero, joder.
Ha llegado la hora de recuperar la honestidad dentro la profesión de informático.
Durante el 'boom' no se enriqueció, dice, y ahora cree, con justicia e idealismo, que debería crearse un "comité de demolición", formado por sabios ajenos al negocio informático, para echar abajo todo aquello que, avivado por la avaricia, realmente no sirva para lo que fue construido, ya sea un programa de gestión de un banco, una tienda online o una intranet que sólo funciona en IE6. Crítico y partidario de limpiar la profesión de burocracia y voluminosos estudios de arquitectura contfaminados por el intrusismo laboral.
PD: SOrry por el microblogging.
Qué aprovechen esas infraestructuras para obra social.
¿Ahora sí, cabronazos? Brrrr.