Hace 8 años | Por --418333-- a yorokobu.es
Publicado hace 8 años por --418333-- a yorokobu.es

El invierno apesta. Ya está bien de hacerse el guay con lo de lo bien que se está debajo de la mantita, con lo de las bebidas calentitas, con los cuquis que son los abrigos largos y con lo bonito que es ver caer la nieve tras el cristal de la ventana. NO. Si el invierno fuera tan genial, todo el mundo cogería sus vacaciones anuales en invierno. Podrían pensar que esto es un ataque gratuito a algo que lleva ahí toda la vida, igual que llevan toda la vida el cáncer, Melendi o Eduardo Inda, pero no. Y hete aquí la argumentación que lo justifica...

Comentarios

p

#1 Yo, después de los 3 últimos veranos y las temperaturas extremas casi prefiero vivir en un invierno permanente.

D

El invierno sirve para echar de menos los escotes y los shorts por la calle

dphi0pn

#3

G

Una puta mierda!

reithor

Cualquier Stark discreparía... si estuviera vivo.

D

Periodismo de mierda.

tboein

#8 Más bien 'bloguismo'.

M

#8 Hola, soy el autor del post. Creo que es evidente que no es periodismo.

totenburgh

habría que preguntárselo a los que viven en el caribe...

¿Es éste el titular más exagerado de los últimos 50 millones de años?

M

#11 TOTALMENTE

t

Si tienes frío, te tapas y ya está
Si tienes calor... llega un punto que no te puedes destapar más, y te cueces vivo.

Yo lo tengo claro, invierno forever. Y en verano aprovecho las vacaciones justamente para irme a sitios más fríos y escapar del calor pegajoso.

D

No, lo supera el verano en Madrizzz.

D

no, siguiente pregunta.

D

Espero que pase el boicot para dejar de ver los truños irrelevantes de Yorokobu.

D

No, los hipsters que van de guays soltando gilipolleces en internet son bastante peores.

M

#15 Muchísimos peores, pero a mí me gustan los Black Crowes y Motorhead.

kukudrulo

¿Y entonces para que servirían las ovejas?

tboein

Yo toda la vida he sido pro-calor, hasta este verano. Cuando el ventilador a un metro no lo sentía, ni era suficiente despelotarse para poder dormir un poco, aunque fuese en un charco pegajoso.
Ahora odio el calor; Me he pasado al bando de los 'cubremantitas' o 'sientaestufas' y no me arrepiento. Y en cuanto pueda, me mudo al norte.